Este retrato fue un regalo de bodas para la novia, cuyo tamaño se limitó a ser pequeño debido a su destino final en Egipto, el país de origen de la retratada y el lugar de la celebración nupcial.
Aunque mantuve el tamaño natural que suelo emplear en todos mis retratos, la elección de centrar la composición exclusivamente en el rostro resultó en un formato más reducido. En esta obra, decidí incorporar un elemento inédito en mis retratos hasta entonces: un fondo de pan de oro.
Inicialmente, había utilizado el pan de oro únicamente sobre tabla y consideré arriesgado aplicarlo sobre lienzo. Sin embargo, mi inspiración llegó al contemplar en una exposición un cuadro de Bouguereau, donde una virgen ostentaba una corona de pan de oro sobre un soporte de lienzo. Impulsada por el excelente estado de conservación de los cuadros de este pintor, decidí aventurarme y emplear la técnica adecuada para el pan de oro sobre lienzo. Para lograr la cohesión entre la figura y el fondo dorado, realicé veladuras sutiles sobre el fondo.
El contraste visual era notable, destacando el cabello oscuro de la modelo, los labios rojos, los dientes resplandecientes, los pendiente y el fondo dorado. La posición de la cabeza añadió dinamismo a una composición que, de otro modo, podría haber resultado estática.
Con el tiempo, supe que el cuadro sufrió daños durante el transporte en avión, aunque desconozco en qué estado quedó. A pesar de este contratiempo, la ejecución de esta obra fue sumamente gratificante para mí.
Date:
27 de julio de 2023